Once Upon a Book: Reseñas | Las Furias Invisibles del Corazón

Ficha Técnica:

Título: Las Furias Invisibles del Corazón
Título Original: The Heart's Invisible Furies
Autor: John Boyne
Serie: Autoconclusivo
Editorial: Salamandra - Lenguaraz
N° de páginas: 657

Sinopsis:

Hijo bastardo de una adolescente expulsada de su comunidad rural y adoptado por una excéntrica pareja de acomodados dublineses, Cyril es un niño educado que crece acostumbrado a enmascarar sus emociones. Extraordinariamente atento a todo lo que ocurre a su alrededor, pero tímido y retraído cuando está acompañado, pronto sabrá que es gay y tardará décadas en desprenderse de una culpa y una vergüenza paralizantes. En un entorno que juzga abominable su orientación sexual, dos relaciones serán cruciales en su maduración: Maurice Woodbead, un amigo de la infancia que posee la audacia y la belleza que Cyril siempre ha deseado, y Bastian, un médico holandés tocado por la gracia a quien conoce cuando se muda a Amsterdam y con quien convivirá durante años.

Opinión:

John Boyne es uno de esos grandes autores que son precedidos por su reputación y es que desde la publicación de 'El Niño con el Pijama a Rayas' (2007) no ha parado de cosechar buenas críticas y convertirse en uno de los autores favoritos de sus lectores infanto-juveniles y adultos. En mi casa somos fans de la adaptación de El Niño con el Pijama a Rayas, mi mamá lo leyó y le gustó mucho, en mi caso solo he leído del autor El Increíble Caso de Barnaby Brocket, una historia llena de encanto pero que no leí en el momento adecuado o simplemente no fue el target.

Con Las Furias Invisibles del Corazón fue una experiencia de lectura totalmente diferente, Boyne es un gran narrador y nos trasporta de lleno a esta brutal Irlanda que escudada detrás de la religión le hacía la vida imposible a mujeres y homosexuales, algo que se siguió durante muchos años afectando a gran parte de su población.

El libro tiene inicialmente como narradora a Catherine, próximamente madre soltera que luego de ser humillada por su condición en su pueblo profundamente religioso es echada de su casa, sin hogar ni mucha idea de lo que se le viene encima traba amistad con Seán, un joven que también viaja en busca de una nueva oportunidad y que pronto se reunirá con Jack. Catherine no sabe mucho del mundo, pero sí sabe que no tiene nada que ofrecerle a su hijo y que con este a cuesta será mucho más difícil tratar de surgir, por tanto toma la decisión de darlo en adopción, de forma que ambos tengan una oportunidad en un mundo tan cruel.

Luego comienza la narración por Cyril, un niño que entiende todo lo que sucede a su alrededor, así como la forma tan peculiar que tienen sus padres adoptivos de cuidarlo, como su fuera una visita en su hogar, a pesar de ser muy perceptivo, hay mucha inocencia en Cyril. Su mundo cambia totalmente cuando conoce a Julian, un chico extrovertido y totalmente diferente de él que seguirá rondando en su mente años después de su primer encuentro hasta que se vuelvan a ver en el internado, desde entonces la vida de ambos estará entrelazada durante años por la amistad, el amor no correspondido y dolorosos secretos.

La experiencia con este libro fue intensa, no lo niego, en algún punto me dio un poco de paro lector porque sinceramente me puso incómoda la etapa de descubrimiento sexual en un niño tan pequeño (7 años) y la insinuación de que una mujer mayor se le insinuaba a dicho niño, sé que estas cosas suceden, son parte de la vida, no están bien y porque me incomoden no significan que dejarán de suceder, pero se me hizo difícil de leer, luego de eso la narración se me presentó más fluida, sobretodo cuando el protagonista ya era mayor.

El seguimiento a la vida de Cyril es exhaustivo, desde antes que naciera hasta que es un anciano que ha pasado por diferentes etapas de errores y aprendizaje, donde tiene miedo de quién es y lo que significa en Irlanda, donde reciente a su patria, a sus familiares y conocidos, donde se arrepiente por el daño causado, las mentiras y su cobardía, y donde finalmente acepta quién es, encuentra estabilidad, el amor - romántico y filial - donde su sufre perdidas, donde gana aliados improbables.

Las Furias Invisibles del Corazón no tiene como propósito contarnos la historia de una vida bien vivida, hay años de desastres, de autodestrucción independiente del ambiente religioso, hipócrita y opresivo de Irlanda, hay decisiones tomadas conscientemente que los personajes saben que harán daño al otro y aún así las toman. Creo que una de las cosas que me gusta de este libro es el realismo de la crueldad y la hipocresía, vivimos tan rodeados de esta que llega un punto en el que cuando sales de este ambiente se siente extraño vivir esta.

Cyril no es una gran persona, pero sí es un gran personaje, toma pésimas decisiones y es imposible no odiarlo un poco por estas, pero lo entiendes y sin duda te conmueven todas las situaciones por las que pasa en su vida. Seán y Jack que aparecen tan poco en la novela también dejan su huella, Catherine y su pasado, los padres adoptivos de Cyril, Julian y Alicia, Bastián, Ignag, Liam, todos se llevan un pedacito de tu corazón a medida que pasan los años y vemos el mundo cambiar frente a los ojos de Cyril.

Las últimas páginas me arrancaron un par de lagrimas, la nota del autor un par más y es imposible no sentir la frustración...el sentirse profundamente triste por esa parte de la historia en los que tantos sufrieron y murieron silenciosamente por ser quienes eran, por ver este nuevo mundo en el que podrían haber vivido de forma totalmente diferente pero que quedará para las nuevas generaciones.

Las Furias Invisibles del Corazón es un libro conmovedor, el retrato de una vida y el reflejo de nuestra sociedad que tanto daño hizo gratuitamente a aquellos que se atrevieron a ser diferentes, le da voz a todos aquellos que fueron silenciados, es un tributo a y una purga al dolor que provocó durante mucho tiempo, pero también nos muestra el comienzo de nuevos tiempos.