Hay autores y autoras que desde el primer libro que
leemos de ellos, sabemos que siempre será un favorito, para mí uno de ellos es
Taylor Jenkins Reid, me han gustado todos los libros que he leído de ella, pero
de diferente manera, y algo que siempre destaco en sus escritos es la
espectacular forma es que construye sus personajes, son complejos e
imperfectos, muy humanos y siempre espero con ansias lo nuevo que nos trae. En
este caso, pude leer de forma anticipada El Regreso de Carrie Soto, novela con
la cual Taylor concluye su serie de libros que transcurren en california, y
dándole protagonismo a un personaje que conocemos en Malibú Renace, Carrie
Soto, la amante del esposo de Nina Rivera.
Carrie es una reconocida tenista con fama de ser imbatible
y muy fría, una tenista formidable, pero que con su arrogancia jamás se ha
ganado a la prensa porque una mujer en victoria siempre debe ser humilde. Con
capítulos narrados desde el pasado vamos reconstruyendo su infancia y de donde
viene su lado competitivo, siendo entrenada por su padre, Javier Soto, la única
figura paterna en su vida luego de que su madre falleciera a temprana edad. Carrie
aprendió desde pequeña que las relaciones personales y los sentimientos representaban
una barrera en su carrera deportista, razón por la cual no tiene amistades ni
lazos profundos con nadie excepto con su padre, algo que no le impide anhelar
una relación estable.
A pesar de todo nuestra protagonista no desespera, enfoca
toda su vida en su carrera y se retira luego de haberse consolidado como una de
las mejores, el problema nace cuando una tenista más joven está cerca de pasar
los records de Carrie, algo que esta no puede permitir porque son su legado, es
aquí cuando Carrie decide hacer un regreso triunfal, pero también poco
aclamado, y es que si bien Carrie fue la mejor, jamás fue muy querida por el
público y este regreso es visto como un motivo de burla dada su edad, es acá
donde vemos la peor parte de la presenta de la época.
Honestamente no estaba segura de que iba a disfrutar
de esta novela, normalmente el deporte no es algo que me parezca interesante;
no obstante, me encontré cautivada por el libro y sobre todo, por Carrie, un
personaje que se nos presenta con un exterior duro y poco comunicativo, pero
que en realidad es muy frágil, su incapacidad de relacionarse de forma correcta
siendo una consecuencia directa de su crianza, algo que su padre constantemente
se lamenta durante el libro porque cree que tomó las decisiones incorrectas
mientras la criaba. Este lazo de padre e hija se debe enmendar porque el mismo
deporte que durante tantos años los unió, fue también lo que los separó, ahora
ambos deben prepararse a nuevos desafíos. Me pareció preciosa la forma en la
que Taylor construye sus personajes y la relación de padre e hija, una llena de
amor, pero también de errores y ganas de aprender a ser mejores, tal y como lo
es en la realidad.
Carrie es un personaje formidable, empaticé mucho
con sus problemas, me exasperaba y al mismo tiempo conmovía con sus diálogos internos,
amé su crecimiento a lo largo del libro, y es que la Carrie del inicio es totalmente
diferente a la del final, para bien y para mal. Javier también es un personaje
extraordinario, perdió al amor de su vida muy pronto y se volcó totalmente en
su hija y en enseñarle el deporte que tanto ama, pero en su ansia de compartir sus
conocimientos dejó de lado las enseñanzas más importantes acerca de amor y
amistad, algo que lamenta, pero que en esta última oportunidad deportiva para
su hija, ve los cambios en ella más allá de sus logros en la cancha. Hay un par
de personajes secundarios que también disfruté mucho como Bowe Huntley o Nicki Chan, personajes no solo circunstanciales sino que con sus propias motivaciones y conflictos.
Sin embargo, de lo que quiero hablar ahora es de la
prensa y el rol que tiene en este libro. Taylor ya ha abordado el tema en los
libros de Daisy (cantante) y Evelyn (actriz), cómo la prensa puede ser tu mejor
aliada o tu peor enemiga, en el caso de Carrie, que no es una persona con
carisma y cuya arrogancia no es bien vista, se encuentra frente a una
desventaja total con los periodistas quienes aman denostarla por no ser más
agradecida por las oportunidades que se le presentan, el libro trata un tema
bien interesante acerca del sexismo en esa época (y también hoy en día) en la
cuál un hombre arrogante solo era seguro de sí mismo, pero una mujer arrogante
es una bruja desagradecida. Carrie vive el problema día a día tras su regreso y
eso nos lleva al controversial título del libro en español; El regreso de la
perra Carrie Soto. En redes sociales ardió troya cuando se vio este título,
se trató a la editorial y personas involucradas de misóginos, se cuestionó la
decisión de agregar palabras innecesarias al título y se asumió, desde la más
profunda ignorancia, que la gente responsable del título simplemente odiaba a
las mujeres.
Honestamente, y a lo mejor de forma errónea, jamás
entendí la polémica, la decisión de tener ese título sin duda era arriesgada,
pero también era una declaración, no de odiar a las mujeres como tanto se asumió,
sino que en referencia a algo que sucedía en el libro, y es que todos sabemos
que los títulos aluden a alguna situación que se da en el libro. Por la época
en la que se desarrolla la historia (los 90), y por como nos presentan al
personaje de Nina, ya me imaginaba de donde venía ese título, tiene todo el
sentido del mundo, y no me ofende, aclaro que es un sentir personal, si alguien
se siente ofendido está en su derecho, solo que no lo entiendo, pero tampoco lo
voy a invalidar como nos sucedió a muchos de los que apoyamos el título, casi
que nos excomulgaron de la comunidad feminista por estar a favor del título, al
parecer es peor la palabra perra que apoyar a autoras terf, pero está
bien, lo acepto. En mi caso, opino que como feministas debemos tener los
abrazos abiertos para todas cuando estén preparadas, pero si hay gente que cree
que no merezco ayuda por apoyar una palabra…pues, creo que el problema no soy
yo, sino el extremismo selectivo de esas personas.
Y es esa la realidad, apoyo mucho el título porque
no podemos borrar esa parte de la historia en la que se llamaba de forma peyorativa
PERRAS a las mujeres que se salían del canon de lo que se esperaba que fuera
una mujer, a mujeres exitosas y orgullosas de sus logros, estuvo tan
normalizado durante años que la gente ni parpadeaba al decirlo, aún es normal,
¿pero saben qué? También desde hace años también hemos visto otro fenómeno muy interesante,
resignificar palabras, y en ningún país de habla hispana tu le vas a decir
perra alguien sin que te diga; perra no, perrísima. Se le da una nueva vida a
una palabra peyorativa, se RESIGNIFICA, y me encanta la idea de resignificar
palabras. A mi no me está llamando perra una editorial, se está hablando de un
momento clave del libro en la que un hombre se siente lo suficientemente seguro
en tv nacional para tratar así a una mujer y la protagonista, en su fragilidad
y en su asombro por esa agresividad gratuita, encuentra fortaleza para demostrarle
que perra no es algo que la defina, que es la mejor en lo que hace, que su
arrogancia y orgullo por lo logrado no se lo va a quitar un hombrecillo
patético, y que en realidad, se ha convertido en un modelo para todas aquellas
mujeres que temían alzar sus voces y verse tan minimizadas y agredidas como
Carrie.
¿Problemático? Un montón ¿verte invalidada y reducida
a algo que no eres por todo lo que asume la gente solo porque te gusta un
título? Como les digo, reivindicar cosas es conveniente solo en algunos casos.
¿Reivindicar el derecho a disfrutar del reggaetón con sus letras misóginas,
degradantes y agresivas? Sí, porque es solo música ¿Qué te guste el título que
dice perra, que claramente es una declaración con relación al trato horrible
que recibe la protagonista de parte de la prensa? Terrible, si después te
agreden ni pienses que las feministas te van a ayudar porque tú te lo buscaste,
ni se te ocurra ir a marchar el 8 de marzo. Así de absurdo fue el debate en
redes y me agotó, de hecho, viendo las capturas ahora me da una pena enorme el extremismo de algunos,
todas las formas de reivindicación deberían ser válidas, no solo las que te
convienen. A mi me molesta un montón que la gente que siga pisando el suelo por el que pisa la terfa, y aún así, jamás se me ocurriría negarles una mano.
Así que, para cerrar, Taylor tiene una forma de
escribir a sus personajes que disfruto demasiado, sus libros retratan de forma
muy realista y conmovedora las dinámicas humanas, ya sean familiares, amorosas
o de amistades. Además, trata de tocar temas sensibles, como el sexismo, machismo
y todos los desafíos que debían enfrentar mujeres formidables que se destacaban
en sus áreas y que por ello mismo eran blancos perfectos de la prensa, creo que
El Regreso de Carrie es una gran libro, a lo mejor no para todos, pero uno que
sin duda disfruté demasiado.
