Opinión:
Puck, siendo la editorial tan variopinta que es, siempre tiene novedades
que muero por leer y espero con ansias que lleguen al país, en este caso fui inmensamente feliz cuando llegó Chicas de Papel y de Fuego escrito por Natasha Ngan, un fantasy con protagonistas
LGBT que estaba esperando desde su publicación en USA, y que hasta la fecha ha
sido una publicación que no ha dejado a nadie indiferente, ya sea que lo amen o
lo odien por la realidad que refleja.
Lo primero que tienen que saber de este libro, es que se desarrolla en
un mundo ficticio llamado Ikhara en el cual existe una jerarquización en base a
la especie de los seres que conviven en este, en primer lugar tenemos la casta
de la luna, seres antropomorfos de sangre pura quienes gobiernan este mundo y
son considerados realeza, luego viene la casta de acero, sangre mestiza y quienes en su mayoría son humanos
que conservan ciertas características animales, ya sea orejas, patas, hocicos,
etc. En el último lugar está la casta de papel, los humanos y la servidumbre de este mundo, cuidadanos de tercera categoría y mano de obra barata.
No obstante, el Rey Demonio no es del todo una bestia (mal chiste, lo es),
así que para que sus súbditos humanos no se resientan por el favoritismo a las
otras castas, cada año le hace el honor a ocho jóvenes de papel de convertirse
en sus cortesanas, durante este año vivirán en la casa de mujeres,
se les enseñará de artes, política, cultura, modales, comerán bien, tendrán una
especie de estatus, todo a cambio de sobrevivir las noches a la bestialidad del
rey, quién las elige de acuerdo a su ‘antojo’.
En primera instancia, estas ocho mujeres son elegidas en base a su
pedigrí y belleza para lograr uno de estos puestos, cada año familias ponen
todas sus esperanzas en que sus hijas sean elegidas para así poder optar a una
vida mejor, así que las jóvenes intercambian su libertad por asociaciones
políticas y seguridad monetaria…pero a veces también son forzadas.
La protagonista es una joven llamada Lei-Zhei, quien vive aislada de la
corte en un pequeño pueblo ayudando a su padre y tratando de olvidar el día en
que su madre fue raptada por las fuerzas del Rey, no obstante, sus inusuales
ojos dorados la llevan a convertirse en la nunca antes vista novena
cortesana del rey, quien a pesar de todo rechazo y renuncia deberá cumplir por el
bien de su familia.
Estando de lleno sumergida en este mundo, Lei comenzará a aprender más
de sus compañeras y las motivaciones por las cuales están ahí, empezará a
comprender el funcionamiento de la nación y lo quebrada que están las fuerzas
en el reino. Su resentimiento crecerá en ese lugar donde también encontrará la
amistad, la envidia e incluso el amor. Pero una chica de papel no puede dar su
corazón mientras sea del rey.
Chicas de Papel de y de Fuego es un libro fuerte, muy cruel y brutal en
su simpleza, estamos hablando de una situación en la que jóvenes son elegidas y
forzadas por un ser de otra especie, pero la cultura en la que fueron criadas
les enseña que esto es un honor, una posición deseable ya que todas las
vejaciones serán compensadas luego de un año.
Nuestra protagonista se hace el ‘camino difícil’, ya que jamás está de
acuerdo con esta situación, es la única que levanta la voz a pesar de que
muchas de ellas reconocen el error, y el horror al que las están forzando, pero
la crianza, cultura y sociedad es más fuerte. Creo que hay un mensaje muy
potente en este libro al hablar de cómo las culturas influencian y normalizan
situaciones terribles, y cómo la misma gente se deja convencer de los supuestos
‘males menores’.
Durante todo el libro me sentí frustrada, enojada, triste y asustada, la
situación de los personajes es tan terriblemente inevitable, están tan aisladas
e inmersas en la cuna de esta creación tan terrible, nadie cuestionaría al Rey
Demonio, e incluso si así fuera, hay daños colaterales permisibles hasta que se
pueda acabar con todo el mal. No fue una lectura fácil, tampoco entretenida,
pero es interesante hacer un análisis de todo el mal que se ha causado porque ‘así
es la sociedad en la que vivimos’.
El libro tiene sus momentos para el romance, que es prohibido por más
razones que las de ser concubinas del rey, fue un romance desesperado y tierno,
con pocas escenas y miradas que decían mucho, me gustó como la autora narró el
nacimiento y desarrollo de este.
El ritmo de la novela es bueno, la narración fluida, es la propia
historia y la propia tolerancia a ciertas situaciones las que nos pueden llegar
a detener al momento de leer ciertas escenas, acá hay mucha violencia física,
psicológica y sexual, así que les dejo la advertencia en caso de cualquier
cosa.
El libro tiene un final bastante liberador, pero nos deja en un limbo en
el cual no sabemos los pasos siguientes ya que la historia estaba tan
concentrada en ciertos lugares y situaciones de las protagonistas, que ahora
debemos fijarnos hacia donde se dirige la historia.
Para terminar, Las Chicas de Papel y de Fuego no fue una lectura fácil
ni una que disfruté, pero sí una necesaria, hay tantas cosas acerca de los
personajes que podemos rescatar o debatir, tanto acerca de la cultura de este
lugar y su reflejo en nuestro propio mundo, tanto acerca de las razones y
miedos que nos llevan a aceptar lo inaceptable.
