Título Original: My Last Summer With Cass
Autor: Mark Crilley
Serie: Autoconclusivo
Editorial: MabGraphic - Ediciones Urano
N° de páginas: 256
Dentro
de las novedades de febrero nos encontramos con otra de las apuesta de Mab con
la novela gráfica Mi último Verano con Cass de Mark Crilley. Una historia que a
través de los años sigue la amistad entre Cass y Meghan, dos chicas con
personalidades totalmente diferentes que comparten el amor por el arte, a lo
largo de los años tomarán caminos separados.
Honestamente
me gusta la idea de la historia, tiene un mensaje acerca de la amistad, los errores
y el perdón que es bastante interesante, pero el desarrollo me dio una
sensación totalmente diferente. La novela tiene como protagonistas a Cass y a
Meghan, se conocen desde pequeñas y comparten su amor por el arte, pero cuando
ambas se separan en la adolescencia toman rumbos diferentes.
Mientras Cass es la amiga de New York
revolucionaria, rebelde y liberada, Meghan es la mojigata amiga del campo a la
que hay que 'soltar' para que empiece a vivir, y si bien aprecio el intento
porque es cierto que a veces debemos salir de nuestra zona de confort, Cass era
insoportable en el intento de hacer cambiar a su amiga, una sabelotodo que solo
miraba con desdén los intentos de Meghan por seguir el ritmo y que la castigaba
cuando no lo hacía a su ritmo.
En cierto momento Meghan se ve acorralada por
una decisión de la que se arrepiente al no estar preparada para enfrentar a sus
padres y ambas chicas actúan en base a su egoísmo dejando sin opción a la otra
y ahí nace el conflicto. La falta de comunicación y comprensión entre ambas no
es poco realista, sucede todo el tiempo, pero la forma en que manejamos esas
situaciones es lo importante y creo que acá se pierde totalmente el mensaje. El
final tampoco me agradó, el intento de resolver las situaciones anteriores quedó
muy mecánico.
En general me pareció que ambas compartían una
amistad muy tóxica, Cass tenía complejo de salvadora y en sus ansias de
‘ayudar’ solo presionaba y no escuchaba, Meghan por otro lado era muy pasiva y
no sacaba su voz para hacerse escuchar por sus padres, ambas tenían actitudes
reprensibles pero llegar a los extremos a los que llegaron es mucho. De forma
personal, yo me hubiese alejado corriendo de una amistad que no respeta mi
identidad o límites, cada ser humano es un mundo y si bien podemos tratar de
salir de nuestra zona de confort o ayudar a alguien con una problemática, esto
debe ser un acto voluntario, no algo que te obliguen a hacer por capricho o ego.
Lo que sí rescato es la hermosa edición de la
novela, la paleta de colores y las ilustraciones, el ritmo narrativo también es
bueno y la historia es interesante, pero cuestiono mucho las decisiones de los
personajes porque personalmente no las comparto y por tanto no pude empatizar
con ninguna de ellas, a pesar de esto, la crítica general a esta historia es
bastante buena, así que la decisión final de leer siempre queda en sus manos.
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