Título: El Año de Gracia
Título Original: The Grace Year
Autor: Kim Ligget
Serie: Autoconclusivo
Editorial: Salamandra
N° de páginas: 389
Título Original: The Grace Year
Autor: Kim Ligget
Serie: Autoconclusivo
Editorial: Salamandra
N° de páginas: 389
Sinopsis:
Entre El cuento de la criada y El señor de las moscas, esta narración distópica explora hábilmente la psique de las adolescentes obligadas a vivir en una teocracia represiva
En el condado de Garner, donde está prohibido hablar del "año de gracia", las niñas crecen convencidas de que al alcanzar la adolescencia su piel exhala una potente esencia de juventud que, gracias a sus poderes afrodisíacos, es capaz de seducir a los hombres y matar de celos a las mujeres. A fin de purificar esa magia sin dañar a nadie y poder regresar a casa listas para el matrimonio, las adolescentes son expulsadas del lugar y confinadas en plena naturaleza durante un año. Sin embargo, no todas vuelven...
Aunque en el condado de Garner están prohibidos los sueños y cualquier cosa que pueda ofrecer privacidad y esperanza a las chicas, Tierney James, una joven de dieciséis años que está a punto de tener que cumplir su año de gracia y anhela una sociedad libre de disputas entre amigos y entre mujeres, descubrirá que el mayor peligro que deben enfrentar las adolescentes en su situación no radica en la naturaleza salvaje ni en los elementos, ni siquiera en los cazadores furtivos que se dedican a secuestrarlas para hacer una pequeña fortuna en el mercado negro, sino en la rivalidad y el enfrentamiento entre ellas.
Con prosa afilada y descarnado realismo, El año de gracia examina las complejas, y a menudo tortuosas, relaciones entre jóvenes y las difíciles decisiones que deben tomar para convertirse en mujeres.
Opinión:
Durante el mes de junio @prohibido.leer nos sorprendió la publicación de
El Año de Gracia de Kim Ligget, una distopía feminista que desde su publicación
en inglés ha acumulado buenas críticas siendo comparada a una versión más
juvenil de El Cuento de la Criada de Margaret Atwood, El Señor de las Moscas de
Willian Golding y Los Juegos del Hambre de Suzanne Collins. He de decir que el libro superó mis expectativas con creces, no esperaba mucho
luego de comparaciones tan rimbonbantes, pero lo cierto es que esta es una
historia que va de menos a más con un gran desarrollo.
La historia nos lleva a un mundo con un contexto histórico similar al del siglo XVII-XVIII, en el Condado de Garner, un lugar idílico y profundamente religioso dónde hombres y mujeres viven en paz y armonía siendo conscientes de que afuera de su pequeño paraíso abundan los salvajes con sus lamentables formas de vida y depravación. No obstante, hay un precio a pagar para mantener el precario equilibrio de este lugar, al cumplir dieciséis años las jóvenes son enviadas a su 'año de gracia' un ritual rodeado de secretismos que tiene como finalidad que estas eliminen su 'magia', esa que hace que hombres casados tengan pensamientos impuros con ellas y crean celos en sus mujeres.
Tierney James es nuestra protagonista, una joven con una incansable curiosidad por el misterioso año de gracia, que jamás a soportado la única opción que le da la vida como deseable; el matrimonio, y que por tanto está dispuesta a la tarea de ser trabajadora de baja categoría. Cómo pueden imaginar, Tirney es considerada la 'diferente' y poco deseable entre sus pares, una chica que conserva una amistad desde pequeña con un chico, que no busca complacer y que solo tiene sueños de libertad, pero como aprenderemos en el libro, aún hay mucho que Tirney ignora del mundo en el que vive.
Cuando finalmente llega el momento de dejar atrás su hogar por un año y descubrir que esconde realmente el año de gracia Tirney se da cuenta que la amenaza más grande no proviene de los exteriores, sino que de las propias mentes de las chicas que por años han sido adoctrinadas a creer, en la enajenación provocaba por el pánico colectivo y la embriagadora libertad de todos esos ojos juzgadores en el condado.
Ufff, este libro...le doy un montón de crédito porque cuando empecé a leerlo era una historia más con los personajes arquetípicos de una novela juvenil, la chica que lleva la contraria, el mejor amigo, la chica mala, la que tiene un secreto. Todo parecía muy común, pero a medida que el libro va avanzando es cuando notas la diferencia, las cosas que dicen los personajes, sus decisiones, miedos y respuestas son lo que lo van convirtiendo en algo con voz propia.
Tirney, siempre la diferente y alejada del grupo, intenta posicionarse como una líder reluctante que guía a las chicas en los objetivos mínimos de la supervivencia, no obstante Kiersten, su némesis, abrazará con locura la religión y los preceptos de lo que debe pasar a continuación, reconocer su magia y gastarla son pasos que parecen normales...¿Pero realmente existe la magia? Eso es algo de lo que ni siquiera nuestra protagonista está segura.
El libro nos lleva a un viaje agotador y frustrante de batallas internas por la dominación, por la complacencia, por obedecer, solo porque así se las ha criado, los horrores por los que pasen son un problema colateral obra de Dios, acá es donde se hace notable el por qué 'divide y vencerás' es una frase tan potente, realista y actual. Pero Tirney aprenderá a ser dura cuando lo necesite, a confiar, a ser compasiva, a entender realmente cuál es el círculo vicioso en el que está atrapada y a romperlo, a recordar quién es el verdadero enemigo... y es que no todas las revoluciones comienzan con grandes gestos, a veces la decisión más inofensiva puede desatar una avalancha.
Disfruté tanto este libro, siempre creí que el final se dirigía a una dirección más obvia pero me encantó lo que hizo la autora, porque nos dice tantas cosas acerca de este mundo pero no de forma explícita, el entendimiento llega a medida que vamos aprendiendo cómo funciona esta pseudo sociedad anclada en una religión que castiga a las mujeres...no tan ficticio después de todo.
Existe romance en la historia, pero no es uno muy desarrollado o que intente tomar protagonismo en la historia, de hecho si el día de mañana la autora dijera explícitamente que todo se dio por las condiciones en las que se encontraban los personajes y su necesidad lo entendería, creo que más que nada era una forma de demostrar que se pueden superar los prejuicios, que se pueden tomar decisiones egoístas y que eso no está mal, a veces es lo único que podemos reclamar como propio.
El final me pareció fantástico, aterrizado, conectando todos los hilos que estaban sueltos en la historia, dándonos una imagen general distinta a la que teníamos al inicio, dándonos esperanzas, porque si bien este libro no tiene una revolución del tipo de Katniss Everdeen, tampoco está lejos de eso, estamos frente a una precuela, un inicio en el que todo puede pasar y que nos emociona por las futuras posibilidades.
La historia nos lleva a un mundo con un contexto histórico similar al del siglo XVII-XVIII, en el Condado de Garner, un lugar idílico y profundamente religioso dónde hombres y mujeres viven en paz y armonía siendo conscientes de que afuera de su pequeño paraíso abundan los salvajes con sus lamentables formas de vida y depravación. No obstante, hay un precio a pagar para mantener el precario equilibrio de este lugar, al cumplir dieciséis años las jóvenes son enviadas a su 'año de gracia' un ritual rodeado de secretismos que tiene como finalidad que estas eliminen su 'magia', esa que hace que hombres casados tengan pensamientos impuros con ellas y crean celos en sus mujeres.
Tierney James es nuestra protagonista, una joven con una incansable curiosidad por el misterioso año de gracia, que jamás a soportado la única opción que le da la vida como deseable; el matrimonio, y que por tanto está dispuesta a la tarea de ser trabajadora de baja categoría. Cómo pueden imaginar, Tirney es considerada la 'diferente' y poco deseable entre sus pares, una chica que conserva una amistad desde pequeña con un chico, que no busca complacer y que solo tiene sueños de libertad, pero como aprenderemos en el libro, aún hay mucho que Tirney ignora del mundo en el que vive.
Cuando finalmente llega el momento de dejar atrás su hogar por un año y descubrir que esconde realmente el año de gracia Tirney se da cuenta que la amenaza más grande no proviene de los exteriores, sino que de las propias mentes de las chicas que por años han sido adoctrinadas a creer, en la enajenación provocaba por el pánico colectivo y la embriagadora libertad de todos esos ojos juzgadores en el condado.
Ufff, este libro...le doy un montón de crédito porque cuando empecé a leerlo era una historia más con los personajes arquetípicos de una novela juvenil, la chica que lleva la contraria, el mejor amigo, la chica mala, la que tiene un secreto. Todo parecía muy común, pero a medida que el libro va avanzando es cuando notas la diferencia, las cosas que dicen los personajes, sus decisiones, miedos y respuestas son lo que lo van convirtiendo en algo con voz propia.
Tirney, siempre la diferente y alejada del grupo, intenta posicionarse como una líder reluctante que guía a las chicas en los objetivos mínimos de la supervivencia, no obstante Kiersten, su némesis, abrazará con locura la religión y los preceptos de lo que debe pasar a continuación, reconocer su magia y gastarla son pasos que parecen normales...¿Pero realmente existe la magia? Eso es algo de lo que ni siquiera nuestra protagonista está segura.
El libro nos lleva a un viaje agotador y frustrante de batallas internas por la dominación, por la complacencia, por obedecer, solo porque así se las ha criado, los horrores por los que pasen son un problema colateral obra de Dios, acá es donde se hace notable el por qué 'divide y vencerás' es una frase tan potente, realista y actual. Pero Tirney aprenderá a ser dura cuando lo necesite, a confiar, a ser compasiva, a entender realmente cuál es el círculo vicioso en el que está atrapada y a romperlo, a recordar quién es el verdadero enemigo... y es que no todas las revoluciones comienzan con grandes gestos, a veces la decisión más inofensiva puede desatar una avalancha.
Disfruté tanto este libro, siempre creí que el final se dirigía a una dirección más obvia pero me encantó lo que hizo la autora, porque nos dice tantas cosas acerca de este mundo pero no de forma explícita, el entendimiento llega a medida que vamos aprendiendo cómo funciona esta pseudo sociedad anclada en una religión que castiga a las mujeres...no tan ficticio después de todo.
Existe romance en la historia, pero no es uno muy desarrollado o que intente tomar protagonismo en la historia, de hecho si el día de mañana la autora dijera explícitamente que todo se dio por las condiciones en las que se encontraban los personajes y su necesidad lo entendería, creo que más que nada era una forma de demostrar que se pueden superar los prejuicios, que se pueden tomar decisiones egoístas y que eso no está mal, a veces es lo único que podemos reclamar como propio.
El final me pareció fantástico, aterrizado, conectando todos los hilos que estaban sueltos en la historia, dándonos una imagen general distinta a la que teníamos al inicio, dándonos esperanzas, porque si bien este libro no tiene una revolución del tipo de Katniss Everdeen, tampoco está lejos de eso, estamos frente a una precuela, un inicio en el que todo puede pasar y que nos emociona por las futuras posibilidades.
El Año de Gracia puede parecer un libro juvenil cualquiera en el inicio, pero la autora se toma en serio el desarrollo de este y sus personajes, incluso aquellos secundarios a los que en un inicio no les tomábamos mucha atención, si disfrutan de las distopías desde luego deberían darle una oportunidad a esta historia.
Muchas gracias a Penguin Random House por el ejemplar
¿Conocían el libro? ¿Lo han leído?
¿Les llama la atención?
Muchas gracias por leerme, besos y abrazos n.n
¡Hola, Cathe!
ResponderEliminarLa verdad, siendo sincera, venía dispuesta a dejar pasar el libro, pero después de tu reseña, es imposible hacerlo, se ve que es un libro muy bueno, además de que en parte influyó que tuviera una mezcla de Los Juegos del Hambre jajaja. Gracias por la recomendación :3
¡Besotes!