Título Original: Once Upon a Broken Heart
Autor: Stephanie Garber
Serie: Once Upon a Broken Heart #1 (Spin-off Trilogía Caraval)
Editorial: Puck - Ediciones Urano
N° de páginas: 408
Este fin de
semana decidí leer uno de mis pendientes y elegí Érase una vez un Corazón Roto
de Stephanie Garber, el tan esperado spin-off de su saga Caraval que tiene como
protagonista al misterioso Jacks, pero a pesar de ser considerado ‘su’ libro,
está narrado por un nuevo personaje. Independiente de estos detalles, debo
decir que en general disfruté mucho más este libro que los de la trilogía
original.
La historia
comienza en medio de los acontecimientos de Finale, pero desde la perspectiva
de una nueva protagonista, Evangeline Fox, una joven huérfana que vive con su
madrastra y hermanastra (sip, suena muy cenicienta) y que está destrozada luego de saber que el joven con el que se veía a escondidas, Luc, se casará
con su hermanastra Marisol. Es por ello que decide acudir al templo del Príncipe
de Corazones, Jacks, para pedirle que le ayude a cancelar la boda, este decide ‘ayudarla’
a cambio de tres besos que él decidirá a quién tendrá que dárselos, no obstante
las cosas no funcionan en la manera en que Evangeline esperaba, termina
congelada en piedra solo para despertar seis semanas después como una heroína,
el desastre de los destinos ya ha sucedido, Jacks se ha ido al norte, y ahora
ella también tendrá que ir para cumplir su papel como diplomática de la Reina
Scarlett.
En su viaje al
Grandioso Norte Evangeline pretende dejar atrás todo lo que le hizo daño y
comenzar de nuevo, además de reconectar con el lugar donde se conocieron sus
padres. No obstante, Jacks tiene otros planes y uno de ellos involucra al príncipe heredero,
Apollo, y que Evangeline se acerque a él. Dividida entre cumplir su trato y
buscar la felicidad, Evangeline entrará en un conflicto mucho más complicado de
lo que podría haber imaginado.
Disfruté tanto
de este libro, la trilogía Caraval fue una buena lectura pero no soportaba a
sus protagonistas y lo poco consistente que se sentía la trama. Acá Stephanie potencia
las cosas buenas de sus libros anteriores, y es que si bien todo sigue siendo
muy atmosférico y de ensueño, hay un hilo conductor que mantiene unida la trama
y le da dirección.
Otro punto a
favor viene de parte de Evangeline, un personaje que disfruté mucho más que las
otras protagonistas de la autora, Evangeline es muy soñadora y dolorosamente
ingenua, pero los antiguos cuentos le dan fortaleza, le recuerdan a sus padres
y esa conexión con su infancia la encontré muy bonita, no me pareció
insoportable o tonta en sus creencias, sino que a lo mejor muy idealista, pero durante el libro aprende a ser más cautelosa, aunque sigue conservando esa esperanza por un amor como el de los cuentos de hadas.
Por otro lado, tenemos a Jacks que comienza a
hacer más apariciones, por lo tanto su personaje comienza a presentar desarrollo
más allá de lo que vimos en Caraval, Jacks ya no es el mismo, le rompieron el
corazón y eso influye en la forma en la que se comporta, pero también lo vemos
vulnerable y más humano, me resultó mucho más interesante en este libro donde su personalidad que variaba entre el encanto y la hosquedad, y tengo curiosidad de ver que más aprendemos de él porque
sin duda el final del libro nos da a entender varias cosas acerca de este
personaje.
En cuanto al ritmo, no paran de suceder cosas en este libro, conocemos a personajes muy interesante, otros reinos, lugares, tiendas, otras historias y otras profecías, el ambiente de ensueño y las situaciones en las que están los personajes son interesantes y los personajes secundarios también se perfilan interesantes. Cuando lo empecé me encontré inmediatamente enganchada, no lo pude dejar ir desde que lo empecé, a lo mejor no es una de mis lecturas del año, pero sí una que cumplió con engancharme y entretenerme, además de que se nota una mejora de la autora en hilar su historia y construir una trama consistente en ese mundo tan imprevisible, así que si están dudando acerca de darle una oportunidad, mi sugerencia es que no se lo pierdan.
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