Título Original: The Betrayals
Autor: Bridget Collins
Serie: Autoconclusivo
Editorial: Umbriel - Ediciones Urano
N° de páginas: 432
Siempre he admitido que soy una persona a la
que le entran los libros por los ojos, en el caso de La Traición de Montverre,
me llamaba la atención tanto por su portada como por la autora que lo había
escrito, y es que desde hace tiempo tengo otro de los libros de Bridget Collins en la
mira, así que esta era una buena oportunidad para conocer el estilo de sus
libros.
La historia nos lleva a un mundo que puede o no
ser el de nosotros, a lo mejor en 1890 o
en 1920, en Inglaterra o en Estados
Unidos, todo queda a la imaginación, lo importante es que Montverre es un
internado muy exclusivo en el cual sus estudiantes se dedican al Grand Jeu una disciplina ancestral a la
que solo se dedican hombres quienes se quieren acercar a lo divino por medio de
sus composiciones, mucho acerca del Gran Jeu es un misterio para el lector durante
todo el libro, pero se da a entender que tiene que ver con la música y su relación con Dios. Montverre ha educado a muchas generaciones de jóvenes clave que se han
insertado en la sociedad luego de sus estudios, entre ellos Leo Martin, un joven
que compensó su falta de pedigrí con dedicación y que alcanzó el favor del
partido político (no sabemos cual) que lo puso en una posición de poder, y que
también lo sacó de esta cuando expresó ideas controversiales, así es como Leo
vuelve exiliado al lugar que lo vio formarse y en donde se encontrará con
fantasmas de su pasado.
La Traición de Montverre es un libro muy
curioso, narrado entre presente y pasado reconstruye la relación de competitividad
entre Leo y Carfax de Courcy, un joven talentoso y con una historia familiar
trágica, desde el inicio sus personalidades chocan, pero también se sienten
atraídos entre sí. Esto contrasta mucho con el presente en el cual Carfax está
muerto y Leo se reencuentra con alguien que los une, Claire, la única mujer que
ha podido ingresar a Montverre a enseñar y que lo desafía como hace años no lo
hacían, pero a medida que el tiempo pasa los secretos de Monteverre serán
revelados.
Honestamente el propósito del libro no está
claro, si solo era contarnos la historia de Leo y Carfax creo que utilizó
muchos distractores, historias menores que no contribuían a la historia general
y que por sí solas tampoco tenían sentido. En cuanto a la historia principal,
había una desconexión gigante entre presente/pasado porque daba la sensación de
que independiente de que lo que pasara en el presente los personajes solo
vivían por el pasado, por tanto la historia se sentía estancada. Admito que mis
capítulos favoritos eran los del pasado, tenía mis sospechas acerca del gran
misterio del libro y si bien estaba enganchada, la autora lo alargó demasiado,
hasta el 70% aproximadamente y luego el libro se siente cojo, no pasa nada que
le de fuerza a la historia, solo sigue su curso.
El misterio del Grand Jeu, la religión y su
relación con la política, Monteverre y su posición estratégica, todo estaba ahí
y no lo explican jamás, te quedas con la sensación a medias porque la autora
trataba de ser ambigua, de darle una capa extra de sofisticación a temas que tal
y como mencionan en el libro ‘jamás entenderás del todo’, y la verdad es que me
parecía una pobre y pretenciosa forma de no explicar nada, al final no había
nada concreto en el libro, temporalidad, geografía, cultura, política, nada, el
libro bien podría haber sucedido en cualquier parte y tiempo, y eso no es lo
que yo considera atmosférico, sino todo lo contrario.
Es por ello que con estos desaciertos me
pareció una pena que no eligiera desarrollar más a sus personajes que solo eran
recuerdos, no había sensación de desarrollo o madurez, estaban estancados en
sus yo de hace diez años. Creo que en específico la relación entre Leo y Carfax
tenía mucho potencial que no se aprovechó por completo.
El final, siguiendo con la línea de toda la novela, fue abierto y ambiguo, en la mayoría de los casos ambos son elementos que me encantan, pero en este libro sin argumento o nada concreto se sintió como el golpe de gracia, los personajes cambian un poco y todo sigue tal y como estaba. Honestamente, a pesar de todo lo que no disfruté, admito que estaba muy enganchada leyendo, es un libro corto y sin duda para los que son curiosos como yo, querrán saber que está sucediendo, lamentablemente la falta de respuestas no hace más que quitar el entusiasmo poco a poco.
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